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Talca, París y Londres: origen del dicho

Solapas secundarias

Influencia europea en la elite de Talca


La elite de Talca concentró en sus manos el poder económico, militar, político, religioso y social desde el período colonial. Fue la que empujó a Talca a un sitial de relevancia dentro del país durante el siglo XIX.

A partir de entonces, ingresaron a la vida local inmigrantes - tanto nacionales como extranjeros- y profesionales, que se aliaron con la elite, influyendo en el progreso local.

El desarrollo de la ciudad imprimió a su elite un sentimiento de grandeza, de superioridad, que dio paso a la ostentación.

Este fue el "Talca, París y Londres", que de acuerdo a Raúl Sanchez Andaur tuvo un pasado esplendoroso "de un fue y no ser, de una posibilidad cierta de palpar el desarrollo y no poder" (Andaur: 1992, pág. 49)

Este grupo social miró la cultura francesa como modelo de progreso y sociabilidad. Abandonó las viejas costumbres, la modestia y sencillez propia de la Colonia e imitó el lujo y la ostentación europea.

El desarrollo económico de Chile permitió un mayor intercambio con el extranjero. El aumento de la riqueza facilitó una fluida relación con los europeos, debido a viajes y largas estadías, permitiendo un contacto directo con el centro de la moda y la estética.

París y Londres eran vistos como los íconos de la civilización occidental, pues Francia y Gran Bretaña fueron escenario de revoluciones políticas y económicas.

Los efectos de la Revolución Francesa e Industrial se propagaron al mundo entero, ejerciendo un especial atracción sobre las elites latinoamericanas, entre ellas la chilena.

Además, estas capitales europeas eran el símbolo de la burguesía, ya que proyectaban en ellas su imagen, sus adelantos culturales, científicos, educativos y morales.

París y Londres fueron los destinos escogidos por la clase alta talquina para educar a sus hijos, vivir en ellas durante algún tiempo o importar productos para vestirse y alhajar sus casas.

La influencia europea se hizo presente en múltiples instituciones talquinas, tanto públicas como privadas, muchas de las cuales lograron gestarse gracias al liderazgo, tenacidad y voluntad de personas que venían con una visión de progreso y desarrollo desde un modelo importado del viejo mundo.

Surgieron así una serie de instituciones de "ayuda social" con sentido benefactor y filantrópico para la comunidad talquina, como el Cuerpo de Bomberos (1870), el Patronato de la Infancia, el Rotary Club y las Logias Masónicas.

También aparecieron centros de reunión como el Country Club, el Club de Talca, y la Sociedad de Empleados de Talca; lugares que contaban con salas de lectura, bibliotecas, cantinas, comedores, peluquerías y salas de juegos (en donde era regular jugar poker, baccarat, ajedrez, billares, bowling) y rompiendo así la monotonía que tenía la ciudad de Talca, y transformándola en una urbe con cierta bohemia y refinamiento inglés-francés.

También se implementaron centros promotores de cultura y educación que difundieron la moda y las bellas artes del viejo mundo, como el mítico Liceo de Talca, la biblioteca local y el teatro municipal.

En el ámbito económico, surgió el Banco de Talca (1884), la Cámara de Comercio (1927) y la Asociación de Comerciantes e Industriales (1934); además se importó la "cultura del vino" francés a la antiquísima y atrasada producción vitivinícola de la zona del Maule, incorporando cepas, mostos y bodegajes.

El objetivo era contar con una capital regional solamente comparable con las grandes capitales de Europa -Londres y París-, en la cual se pusiera en evidencia el "adelanto" logrado.

Las investigaciones que se han realizado en el Museo O'Higginiano y de Bellas Artes de Talca, dan cuenta que la presencia de ingleses y franceses no fue numerosa, pero sí influyente sobre todo para la elite y el desarrollo local.

Los ciudadanos franceses e ingleses avecindados en Talca estuvieron vinculados preferentemente a actividades comerciales e industriales, sobre todo la primera de éstas.

Fueron dueños de importantes tiendas, como La estrella Blanca o La Bola Dorada, y de pequeños locales comerciales.

Además, se destacaron en el rubro alimenticio, siendo dueños de chancherías, confiterías, panaderías, pastelerías y restaurantes.

Las grandes empresas, tanto nacionales como internacionales, aprovecharon la experiencia de estos ciudadanos así como de sus descendientes, para posicionarse en el mercado local bajo el halo de modernidad que surgía un apellido foráneo.

En el ámbito industrial la presencia de estos grupos extranjeros estuvo vinculada principalmente al ferrocarril, ya que con él no solo arribaron y residieron técnicos vinculados a dicho transporte, sino que muchos iniciaron importantes servicios vinculados, como bodegas, hoteles y carros.

Para hacer de Talca una ciudad de efervescencia deportiva, se instalaron clubes y ligas de football como el de Rangers de Talca (1902) y el Talca National (1906).

Tanto franceses como ingleses participaron en la vida pública talquina, fundando y participando en clubes deportivos y sociales, instituciones de beneficencia, logias masónicas, periódicos y sindicatos. Además, sus descendientes participaron de la vida política, ocupando diversos cargos dentro del Estado chileno.

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