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Talca, París y Londres: origen del dicho

Solapas secundarias

Despertar económico de Talca


Durante el siglo XIX, Talca era en un polo de desarrollo nacional, que concretó numerosos adelantos en obras públicas, arquitectura, urbanismo, economía y cultura.

Esta serie de progresos llevaron a Talca a compararse con París y Londres, las capitales mundiales de ese siglo, caracterizado por el capitalismo económico, el liberalismo jurídico-institucional, y el carácter burgués de la clase hegemónica.

Agricultura

A principios del siglo XIX la agricultura en Talca mantenía el carácter colonial, bajo un sistema económico primitivo basado en las demandas regionales.

Las haciendas eran monoproductoras, potreros de engorda para animales y cultivo de trigo o cebada.

El resto de las tierras estaban destinadas a chacras y huertos para el consumo de inquilinos y propietarios, generando una mínima capacidad empresarial a través de una producción artesanal manufacturera.

El mayor dinamismo de la agricultura a partir de 1850 contribuyó a la consolidación de la industria vitivinicola, que vivió una fuerte expansión hasta 1930.

El desarrollo de la red ferroviaria contribuyó a este proceso, ya que aumentó los mercados y, como consecuencia, la rentabilidad de los predios agrícolas.

La hacienda continuó dominando el terreno agrícola y los empresarios capitalistas mejoraron su infraestructura, gracias a la apertura de la industria molinera a los mercados del Pacífico en década del 50'.

La apertura hacia los mercados de Australia, California e Inglaterra, con exportaciones de trigo, trajo numerosas transformaciones en el agro chileno, particularmente en Talca.

Los grandes hacendados construyeron molinos en las cercanías de los puertos para competir en el mercado triguero, generándose un intenso movimiento carretero que llevó a la construcción de nuevos caminos.

Invirtieron, además, en arados de fierro, trilladoras y segadoras a vapor.

El trigo restó importancia a los potreros de engorda, cambiando el uso del suelo.

Se produjo una subdivisión de las grandes y medianas propiedades rurales y, finalmente aumentó la cantidad de mano de obra necesaria para la producción triguera.

De esta forma, Talca, al igual que el resto del país, experimentó profundos cambios y un sostenido crecimiento económico gracias a las exportaciones agrícolas.

Desarrollo de la Industria

La actividad industrial, también adquirió gran dinamismo en Talca a fines del siglo XIX, debido a la llegada de inmigrantes dedicados a la agroindustria. La mayoría provenía de Europa, en especial de Alemania, Inglaterra, Italia y Francia.

Surgieron molinos y diversas industrias como:

  • Productos Fernández y Zaror
  • Fábrica de fideos La Genovesa
  • McKay (galletas, chocolates, confites, alimentos industriales y productos lácteos)
  • Fábrica de catres y baldosas, cuyos pavimentos para plazas y calles se vendían entre Curicó y Cautín
  • Fabrica de papel Schorr y Concha (1910)
  • Fábrica de zapatos Jarman
  • Industrias de confites Calaf y Palet
  • Primera planta Compañía de Fósforos (1900)
  • Se forma sociedad anónima que agrupa a las tres principales fábricas de fósforos (1913)

Banco de Talca

Éste auge económico, experimentado por la agricultura y la actividad industrial, llevó a la creación del Banco de Talca en 1884.

Muchos de sus clientes fueron pequeños empresarios que no tenían acceso a fuentes de capital que les permitiera invertir y ampliar su producción.

La fundación de la institución bancaria fue obra de las principales familias talquinas emparentadas entre sí.

En 1886 se instaló la primera sucursal del Banco de Cauquenes, expandiéndose luego por el país y colocando bonos en instituciones extranjeras.

Obras públicas y arquitectura

El desarrollo económico también se evidenció en las obras públicas, la infraestructura y la arquitectura de Talca. La ciudad creció y se instalaron en ella los servicios esenciales y los adelantos tecnológicos de la época:

  • 1853 Correos comenzó sus funciones
  • 1857 Operó el Telégrafo
  • 1875 llegó el ferrocarril
  • 1888 Se inauguró el servicio telefónico

Otros adelantos fueron el agua potable, alcantarillado, transporte urbano, construcción de aceras y calzadas, y la iluminación con gas y luego con electricidad.

La ciudad se constituyó dentro del imaginario colectivo en el lugar del buen vivir, del refinamiento material y cultural, epicentro del poder económico y político, todo lo cual implicó el predominio definitivo del mundo urbano sobre el rural.

Numerosos edificios al estilo neoclásico se levantaron en el centro de la ciudad, con un marcado modelo francés e italiano.

Los nombres de las calles que recordaban órdenes religiosas y familias de la elite talquina fueron cambiadas en 1869 por los puntos cardinales, partiendo de la Plaza de Armas. Ello, en respuesta a un requerimiento del Regidor de Talca, Daniel Barros Grez.

Además nació una preocupación por embellecer y mantener limpia la ciudad. Se arregló la Alameda, se plantaron álamos, se adoquinaron las calles de la plaza y se diseñaron jardines centrales y pilas de agua de notoria influencia francesa.

Al finalizar el siglo XIX, Talca contaba con una serie de edificios fiscales y particulares.

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